domingo, 4 de mayo de 2025

Ezequiel y El Valle de los Huesos Secos.


Ezequiel Capítulo 37

Capítulo 37 del libro de Ezequiel. 37:1-14 

Esta Profecía se refiere a la esperanza de la resurrección de Israel.  

Donde: Ezequiel es llevado a un valle de huesos secos. 

La mano de Dios lleva en su Espíritu a un valle de huesos secos a Ezequiel.  

Ezequiel escribe: La mano de Jehová me llevó en el Espíritu de Jehová, y me puso en medio de un valle que estaba lleno de huesos. 

Me paseo cerca de ellos por todo en derredor; miré que eran muchísimos sobre la faz del campo, y por cierto, estaban demasiados secos.  

Dios me preguntó: Hijo de hombre, ¿vivirán estos huesos? Y le dije: Señor Jehová, tú lo sabes.  

Me dijo en ese momento: Profetiza sobre estos huesos, y diles: Huesos secos, oigan palabra de Jehová.  

Así ha dicho Jehová el Señor a estos huesos: Mira, yo hago que entre Espíritu en ustedes, y vivirán.  

Pondré tendones sobre los huesos de ustedes, los cubriré de carne, y los cubriré de piel. Pondré en ustedes espíritu, y vivirán. Y sabrán que soy yo Jehová.  

Profeticé, por tanto, como me fue mandado, hubo un ruido mientras yo profetizaba, y observé un temblor. En ese momento, los huesos se juntaron cada hueso con su hueso.  

Miré, y observé, cómo se llenaban de tendones los huesos, la carne los recubrió, y la piel los cubrió por encima de la carne; pero no había en ellos espíritu.  

Y me dijo: Profetiza al espíritu, profetiza, hijo de hombre, y di al espíritu, así ha dicho Jehová el Señor: Espíritu, ven de los cuatro vientos, sopla sobre estos muertos, y vivirán.  

Y profeticé como me había mandado. En ese momento. Entró el espíritu en ellos, y vivieron. Se pararon sobre sus pies. Estuvieron sobre sus pies, un enorme ejército.  

Me dijo luego: Hijo de hombre, todos estos huesos son la casa de Israel. Mira, ellos dicen: Nuestros huesos se secaron, pereció nuestra esperanza, y del todo somos destruidos.  

Por tanto, profetiza, y diles, así ha dicho Jehová el Señor: Mira, pueblo mío, yo abro sus sepulcros. Saldrán de su sepultura, y los traeré a la tierra de Israel.  

Sabrán que yo soy Jehová, pueblo mío, cuando abra sus sepulcros, y los saque de sus sepulturas.  

Pondré mi Espíritu en ustedes, y vivirán. Los haré reposar sobre su tierra; sabrán que yo Jehová hablé, y lo hice. Les cumplí mi palabra, dice Jehová. 

“Ezequiel escribe esta profecía en el exilio en Babilonia. Dios les muestra que ellos resucitaran, y que su esperanza no había sido inútil. En este aspecto, cuando Jesús resucita, muchos cuerpos de los muertos resucitaron, y estuvieron en Jerusalén. Pero esta profecía se refiere a la resurrección futura de Israel, cuando Jesús venga en su gloria.” 

miércoles, 30 de abril de 2025

Ezequiel y el valle de los huesos secos



Capítulo 37.

XX. Profecía de la resurrección de Israel.

A. Ezequiel es llevado a un valle de huesos secos.

1. La mano de Jehová lleva a Ezequiel a un valle de huesos secos.

a.  37:1 La mano de Jehová me llevó en el Espíritu de Jehová, y me puso en medio de un valle que estaba lleno de huesos.

b. 37:2  Me paseo cerca de ellos por todo en derredor; miré que eran muchísimos sobre la faz del campo, y por cierto, estaban demasiados secos.

2. Dios envía a Ezequiel a profetizar a los huesos secos.

a. 37:3 Me dijo: Hijo de hombre, ¿vivirán estos huesos? Y dije: Señor Jehová, tú lo sabes.

b. 37:4  Me dijo en ese momento: Profetiza sobre estos huesos, y diles: Huesos secos, oigan palabra de Jehová.

B. La resurrección de los muertos.

1. Dios explica cómo será la reducción de los muertos.

a. 37:5  Así ha dicho Jehová el Señor a estos huesos: Mira, yo hago que entre Espíritu en ustedes, y vivirán. 37:14.

b. 37:6 Pondré tendones sobre los huesos de ustedes, los recubriré de carne, y los cubriré de piel. Pondré en ustedes espíritu, y vivirán. Sabrán que soy yo Jehová.

2. Ezequiel profetiza a los huesos y se cubren de carne.

a. 37:7 Profeticé, por tanto, como me fue mandado; hubo un ruido mientras yo profetizaba, y observe un temblor; los huesos se juntaron cada hueso con su hueso.

b. 37:8 Miré, y observé, como se llenaban de tendones los huesos, la carne los recubrió, y la piel los cubrió por encima de la carne; pero no había en ellos espíritu.

3. Ezequiel profetiza a los huesos con carne y resucitan.

a. 37:9  Y me dijo: Profetiza al espíritu, profetiza, hijo de hombre, y di al espíritu, así ha dicho Jehová el Señor: Espíritu, ven de los cuatro vientos, sopla sobre estos muertos, y vivirán.

b. 37:10  Y profeticé como me había sido mandado. Entró el espíritu en ellos, y vivieron. Se pararon sobre sus pies. Estuvieron sobre sus pies, un enorme   ejército.

4. Los muertos resucitarán.

a. 37:11  Me dijo luego: Hijo de hombre, todos estos huesos son la casa de Israel. Mira, ellos dicen: Nuestros huesos se secaron, pereció nuestra esperanza, y del todo somos destruidos.

b. 37:12 Por tanto, profetiza, y diles, así ha dicho Jehová el Señor: Mira, pueblo mío, yo abro sus sepulcros. Saldrán de su sepultura, y los traeré a la tierra de Israel.

c. 37:13  Sabrán que yo soy Jehová, pueblo mío, cuando abra sus sepulcros, y los saque de sus sepulturas.

d. 37:14 Pondré mi Espíritu en ustedes, y vivirán. Los haré reposar sobre su tierra; sabrán que yo Jehová hablé, y lo hice. Les cumplí mi palabra, dice Jehová. 

El profeta Ezequiel



 


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